Anticipación ante la nieve

Anticipación ante la nieve

Algunos de los consejos más extendidos son el hecho de evitar utilizar el móvil incluso en manos libres, respetar los límites de velocidad, no beber alcohol o no conducir si no se ha dormido lo suficiente son algunas de las reglas que durante todo el año deben de respetarse. Pero cuando llega el invierno, existen otras que toman un mayor protagonismo. Debemos de mantener la distancia de seguridad, tener en cuanta la previsión meteorológica que habrá o incluso aumentar la suavidad con la que realizamos todo tipo de maniobras al volante.

Uno de los elementos clave es anticiparse a este tipo de escenarios. En este sentido es aconsejable conducir siempre con la vista más allá del coche que tenemos delante. De esta forma podremos anticiparnos a algunos elementos que pueden ponerse por delante nuestra. Con este tipo de acciones podremos realizar las maniobras de forma progresiva, evitando patinar.

De esta forma podremos acostumbrarnos a controlar el perímetro del coche en ciudad para cambiar con antelación de carril, frenar en un semáforo en ámbar o realizar con éxito una rotonda sin tener ningún tipo de peligro.

La llegada del invierno trae consigo todo tipo de peligros que hay que tener en cuenta. En el caso de salir de viaje en fechas delicadas, debemos de plantearnos el viaje o cambiar de medio. Si pese a ello decides utilizar el coche, debes de tener ropa de abrigo y todo tipo de alimentos y bebidas a mano. Suelen producirse retenciones o necesidad de poner cadenas así que tendrás que ir preparado para ello.

El todoterreno también cuenta con peligros

Tener un todoterreno hace que puedas moverte más fácilmente por este tipo de terrenos pero también debemos de tener presente que tiene sus peligros. Por ejemplo, hay que tener mucho cuidado con el vadeo de agua y comprobar antes la profundidad y calidad del fondo. En el caso de que el coche no tenga  snorkel se puede entrar el agua en el motor y griparlo.

Cuidado con la lluvia

El mayor número de accidentes de invierno tienen lugar cuando se producen días de lluvia. La distancia de frenada se alarga, hay una disminución en la visibilidad y la estabilidad del coche se resiente en las curvas. Algunos de los sistemas de conducción como ABS y ESP han hecho que se reduzcan el número de accidentes. Sin embargo, pese a tenerlo no hay que dejar de prestar atención a todos estos peligros.

El primer consejo a tener en cuenta es adecuar la velocidad a las circunstancias en las que nos encontramos. No es lo mismo conducir cuando llueve a cántaros por una carretera de asfalto con un buen drenaje que por una normal.

En segundo lugar, respetar la distancia de seguridad. Debe de ser mayor que en circunstancias normales. El asfalto mojado hace que cualquier maniobra deba de llevarse a cabo con suavidad. Desde cambiar cada carril a incluso frenar. Cuando caen las primeras gotas de lluvia y se mezcla con el polvo, la goma y la grasa que hay en el asfalto forman una película que hace que se deslice el coche con mayor facilidad.

Usar la moto durante el invierno

Para utilizar la moto durante la época invernal habrá que llevar el equipamiento necesario. En días de lluvia hay que protegerse con ropa técnica específica que nos cubra por completo. Además, debemos de hacer que la visera o el casco no se empañe gracias al tratamiento antivaho que está disponible en distintas tiendas especializadas. Con el objetivo de combatir el frío, existe una ropa interior térmica, guantes que mantienen el calor o incluso que producen el calor de forma artificial, así como también botas aislantes.

A la hora de circular habrá que evitar la pintura plástica de la señalización del suelo debido a sus características resbaladizas. Hay que repartir la frenada dándole una mayor presión al freno delantero. En el caso de circular por carretera, evitar balsas de agua y placas de hielo.

El viento

Siempre hay que tener los cinco sentidos puestos en la conducción. Pero cuando el viento es aún más fuerte de lo común, hay que poner especial cuidado en situaciones como la salida de un túnel o al pasar un edificio. Así como también el adelantamiento a camiones. Puede que nos pille desprevenidos y que nos eche fuera de la carretera.

Es importante averiguar de dónde sopa y fijarse normalmente en las mangas de viento que se sitúan en puente y zonas delicadas. También es posible hacerlo en ramas de árboles o vegetación. Sujeta el volante con firmeza manteniendo una suave presión contra el lado por el cual llega el viento.